1
Introducción
Bolivia (nombre oficial, República de Bolivia), república situada en la
región central de Sudamérica, limita al norte y al este con Brasil, al
sureste con Paraguay, al sur con Argentina, al oeste con Perú y al suroeste
con Chile. La superficie total del país es de 1.098.581 km² y ocupa el
quinto lugar en extensión después de Brasil, Argentina, Perú y Colombia. La
capital constitucional es Sucre y la sede del gobierno es La Paz.
Bolivia y Paraguay son los únicos países de América del Sur que no tienen
salida al mar.
2
Territorio y recursos
La cordillera de los Andes penetra en territorio boliviano desde el norte y
se bifurca en dos ramales paralelos: la cordillera Occidental y la
cordillera Real. La cordillera Occidental, situada al oeste del territorio
nacional, forma frontera con Chile y se divide en tres secciones: Lacustre o
del Norte, Central y Meridional o Volcánica. La cordillera Real u Oriental,
la más importante del país, se interna en Bolivia desde el nudo de
Apolobamba y se divide en seis secciones: cordillera de Apolobamba,
cordillera de La Paz, cordillera de Tres Cruces, cordillera de los Frailes,
cordillera de Chichas y cordillera de Lípez.
En la cordillera Occidental, dentro del Parque nacional de Sajama, se alza
el pico más elevado de la República, el Sajama, con 6.542 m de altitud. En
la cordillera Real destacan los picos de Ancohuma (también llamado Hanko Uma,
con 6.388 m) y de los nevados de Illampu (6.421 m) e Illimani (6.462 m).
2.1
Regiones fisiográficas
Bolivia se divide en tres regiones geográficas: la región Andina, que
comprende las cordilleras mencionadas (Occidental y Real) y el Altiplano; la
región Subandina, en la que predominan Los Yungas; y la región de Los
Llanos, que es la más extensa y la menos poblada del país.
La región Andina ocupa un 28% de la superficie total del país y se encuentra
a más de 3.000 m de altura sobre el nivel del mar. El Altiplano, extensa
planicie situada entre la cordillera Occidental y la cordillera Real,
concentra en el norte a la mayor parte de la población y de las industrias
bolivianas. En el Altiplano se sitúa el lago Titicaca, el lago navegable
localizado a mayor altitud del mundo.
La región Subandina, zona intermedia entre el Altiplano andino y Los Llanos
orientales, abarca el 13% del territorio. Comprende los Valles Altos y Los
Yungas (palabra aymara que significa ‘tierra cálida’), que se caracterizan
por su actividad agrícola y ofrecer un clima que varía del templado al
cálido en función de la altitud.
La región de Los Llanos se abre a los pies de la cordillera Real, en su
flanco nororiental; ocupa un 59% del territorio nacional y comprende
llanuras ricas en flora y fauna, como los Llanos de Moxos. Gran parte de
esta región se inunda durante la estación húmeda, que abarca los meses de
diciembre, enero y febrero, formando áreas pantanosas como los bañados del
Izozog. En la zona más meridional de Los Llanos se ubica la zona seca y
semitropical del Chaco boliviano, que forma parte del Gran Chaco.
2.2
Hidrografía
El país cuenta con tres sistemas hidrográficos: la cuenca del Norte o del
Amazonas, perteneciente a región de las Tierras Bajas Orientales de la
Cuenca Amazónica y constituida principalmente por los ríos Madre de Dios,
Orthon, Abuná, Beni, Mamoré y Guaporé; la cuenca Central o Lacustre,
integrada por el lago Titicaca, el lago Poopó, el salar de Coipasa, el salar
de Uyuni y el río Desaguadero; y la cuenca del Sur o del Plata, en la que
destacan los ríos Paraguay, Pilcomayo y Bermejo.
Otros ríos significativos son: Yacuma, Sécure, Grande, Itonamas y Chaparé.
Otras lagunas de importancia son: Mandioré, Gaiba, Uberaba y Concepción.
2.3 Clima
Las diferencias altitudinales del relieve boliviano determinan una amplia
variedad de climas, tanto fríos como templados y cálidos. En el Altiplano,
el clima es frío y seco, con nieves perpetuas, vientos fuertes y cambios
climáticos diarios. Una de las zonas más frías de Bolivia se corresponde con
el salar de Uyuni (Potosí), donde la temperatura puede descender a 20 ºC
bajo cero.
En la zona de la ciudad de La Paz, la temperatura es de unos 10 ºC de
promedio anual. En la región de Los Yungas, las lluvias son constantes y la
temperatura media anual es más calurosa, oscila entre los 15 y los 25 ºC. El
clima tropical de la región de Los Llanos orientales presenta temperaturas
más cálidas, que alcanzan un promedio anual de 22 a 28 ºC en la zona más
septentrional.
2.4 Flora
y fauna
En Bolivia se encuentran especies de plantas y animales de casi todas las
zonas climáticas debido a la variada topografía de su territorio. El ichu
(paja brava, (gramínea del género Festuca), la tola y la yareta son plantas
que crecen en las áreas más elevadas del extenso Altiplano, entre los 3.500
y 5.000 m de altitud, áreas conocidas con el nombre quechua de puna. En los
bosques tropicales de la región de Los Llanos abundan los árboles de caucho,
más de 2.000 especies de madera dura, como el quebracho, además del cedro y
del guayacán o palosanto.
La llama, que habita principalmente en el Altiplano, es un camélido de
carga, muy eficaz y fuente de leche, lana y carne. Otros camélidos
característicos de esta región son la alpaca y la vicuña. En la región
amazónica habitan, entre otros, monos, pumas, jaguares, armadillos y una
gran variedad de reptiles, aves e insectos.
El país cuenta con numerosas áreas naturales protegidas por su flora y fauna
silvestre, de gran variedad y riqueza: 211.022 km², el 19,4% (2003) de su
territorio. Cabe destacar, por su importancia, la Reserva de Vida Salvaje
Ríos Blanco y Negro, el Parque nacional Torotoro y el Parque nacional Ulla-Ulla.
En 2005, Bolivia contaba con 3 Reservas de la Biosfera de la UNESCO y 8
humedales Ramsar.
2.5 Temas
medioambientales
La deforestación es una clara amenaza al estado del medio ambiente en
Bolivia. La selva lluviosa boliviana tiene una gran biodiversidad, con
numerosas especies vegetales endémicas. El país cuenta con 53 millones de ha
de territorio boscoso, que cubren el 48,9% (2000) de la superficie estatal,
que se extienden principalmente por la región de Los Llanos. Durante la
década de 1980 se perdieron unas 800.000 hectáreas anuales a causa de la
deforestación; en solo cinco años, entre 1990 y 1995, se perdieron otros 3
millones de hectáreas. Los bosques de Bolivia se suelen eliminar para
aumentar las superficies de cultivo y los pastos para el ganado, y también
para plantar madera tropical con fines a la exportación.
Una pequeña cantidad de la población de Bolivia reside en las inmensas
pluvisilvas de la llanura. Estas personas viven de la cría de ganado y la
agricultura. El sobrepastoreo y la utilización de técnicas agrícolas
tradicionales, como la agricultura de tala y quema, han provocado una seria
deforestación (unos 1.400 km2 anuales) y, además, la erosión del suelo con
la consecuente pérdida de fertilidad edafológica. Dado que la selva lluviosa
constituye un elevado porcentaje de la superficie total del país, el
gobierno está intentando desplazar a un importante volumen de la población a
la zona, lo que aumenta la gravedad del problema medioambiental.
Bolivia fue el primer país que ingresó en la modalidad intercambio “deuda
por naturaleza”, un tipo de acuerdo que permite a los países en vías de
desarrollo pagar deuda pública mediante la conservación de la naturaleza. El
intercambio afectó a unas 800.000 hectáreas, la mayor parte de selva
lluviosa. Bolivia es miembro de tratados relativos a biodiversidad, cambio
climático, desertización, especies en peligro de extinción, bosques
tropicales y humedales.
3
Población
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En 2005 Bolivia contaba con un total de 8.857.870 habitantes y una densidad
de población de sólo 8,2 hab/km², una de las más bajas de Sudamérica. La
esperanza de vida al nacer es de 62,9 años para los hombres y de 68,2 años
para las mujeres. Casi el 63% de la población vive en zonas urbanas.
4 Lenguas
y religión
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Aproximadamente el 50% de la población es indígena, sobre todo, quechuas y
aymaras; el 30% son mestizos y el 20% restante blancos (10% de origen
español). Los idiomas oficiales son el español, el quechua y el aymara;
también se habla tupí-guaraní, una de las lenguas aborígenes de
Hispanoamérica. Casi el 40% de los indígenas no habla español y un 55% vive
en áreas rurales; el departamento de La Paz es el que mayores cifras de
población indígena ofrece: 1.402.184 según el censo de 2001.
La gran mayoría de la población profesa la religión cristiana católica, que
es la oficial, aunque el Estado boliviano garantiza la práctica de todos los
cultos.
4.1
Ciudades principales
En 2003 la ciudad de La Paz, que se encuentra a 3.658 m de altitud, contaba
con 1.476.784 habitantes, y la de Sucre con 215.778 habitantes.
Otras ciudades importantes son: Santa Cruz de la Sierra, principal centro de
comercio, con 1.135.526 habitantes; Cochabamba, localizada en una fértil
región agrícola, con 517.024 habitantes; Oruro, en el centro minero más
importante, con 215.660 habitantes; Tarija, foco comercial y agrícola, con
153.457 habitantes; Potosí, también en zona minera, con 145.057 habitantes;
Llallagua y Trinidad.
5
Educación y cultura
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La educación primaria es gratuita y obligatoria para los niños entre 6 y 13
años de edad. El número de centros de enseñanza ha aumentado en los últimos
años y, en 2005, Bolivia contaba con un índice de alfabetización del 88,4
por ciento.
Según datos de 2000, cerca de 1.492.023 alumnos asistían a las escuelas de
enseñanza primaria; la tasa de escolarización en enseñanza secundaria era
del 84% y en enseñanza superior del 39%. La mayor parte de los centros
educativos están ubicados en zonas urbanas; la población infantil,
fundamentalmente indígena, que habita en las zonas rurales registra menor
escolaridad.
Bolivia cuenta con universidades públicas y privadas en las principales
ciudades. La Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de
Chuquisaca, fundada en 1624 en Sucre, es una de las más antiguas de América.
La Universidad Mayor de San Andrés (1830) en La Paz, es la más grande de
Bolivia. Destaca también la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (1881)
ubicada en Santa Cruz de la Sierra.
5.1
Cultura
La población indígena ha sabido preservar las tradiciones de sus ancestros
en la vestimenta, la lengua y el estilo de vida. Bolivia presenta en todas
sus variantes culturales una enorme influencia indígena.
En la Sierra y el Altiplano, la arquitectura colonial adquirió estilos
diferentes a los de otros virreinatos, en la que predominan edificios e
iglesias decoradas con una fuerte presencia de motivos incaicos y de la
flora y fauna locales.
En escultura y pintura son numerosos los retablos barrocos del periodo
colonial, así como pinturas autóctonas de enorme ingenuidad. Destaca el
pintor del virreinato Melchor Pérez de Holguín; algunos de los pintores más
sobresalientes nacidos a finales del siglo XIX son: Arturo Borda,
paisajista, y Cecilio Guzmán de Rojas, indigenista. Del siglo XX hay que
mencionar a la escultora Marina Núñez del Prado y a los pintores Enrique
Arnal y Alfredo Laplaca.
La música popular boliviana ha sufrido muy pocas transformaciones debido al
aislamiento geográfico del país. Todavía se utilizan instrumentos
prehispánicos, muy parecidos a los de Perú y norte de Argentina, variantes
del siku o de la quena. La música latinoamericana está reflejada en sus
cantos y danzas típicas, como el carnavalito y la cueca; esta última es de
origen peruano y se extiende también por Chile y Argentina.
En cuanto a la literatura boliviana destacan, entre otros autores, Ricardo
Jaimes Freyre, Alcides Arguedas y Pedro Shimose.
6
Economía
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Desde la década de 1950, los gobernantes bolivianos han alentado el
desarrollo industrial privado y han buscado activamente la inversión de
capital extranjero. En 2003, el producto interior bruto (PIB) totalizó 7.867
millones de dólares, con un índice per cápita de 890 dólares estadounidenses
(según cifras del Banco Mundial).
6.1
Agricultura
La agricultura tiene hoy menor peso en la economía boliviana que hace unas
décadas: emplea al 5% de la fuerza laboral del país y representa el 14,9%
anual del PIB. Los bolivianos utilizan de forma mayoritaria los métodos de
cultivo tradicionales. Los terrenos de cultivo de algunas regiones,
especialmente en Los Yungas, son extraordinariamente fértiles. En el año
2000 destacó la producción de caña de azúcar, soja, papas, maíz en grano,
plátano, arroz y hoja de coca.
6.2
Silvicultura y pesca
La falta de transporte adecuado y la accidentada topografía han impedido la
explotación a gran escala de los ricos bosques bolivianos. La industria de
la pesca es poco destacada, ya que Bolivia no tiene salida al mar, aunque
utiliza el puerto chileno de Arica como centro de transporte y
almacenamiento de mercancías (véase más adelante la sección “Conflictos
limítrofes”).
6.3
Minería
La minería es la mayor industria extractiva de Bolivia. En la década de 1980
sufrió una grave crisis debido al descenso de los precios de los minerales
en los mercados mundiales. Son importantes y variados los yacimientos de
minerales metálicos, como el estaño, plomo, plata, cobre, antimonio,
wolframio, zinc y oro. También se ha encontrado sal y combustibles fósiles
como petróleo y gas natural.
Bolivia es uno de los principales productores mundiales de estaño. En 1952
fueron nacionalizadas tres de las más importantes compañías de explotación
de este mineral y puestas bajo el control de la Corporación Minera de
Bolivia (COMIBOL). Las minas de estaño más productivas están ubicadas en
Oruro; la producción en 2003 fue de 15.000 toneladas.
En las décadas de 1960 y 1970 se incrementó la producción de petróleo y gas
natural. A finales de la década de 1980 Bolivia era prácticamente
autosuficiente en petróleo y sus derivados. En la actualidad ha alcanzado
una producción anual de 11.747.901 barriles.
6.4
Industria
La industria representa un 30,1% del producto interior bruto (PIB). Las
empresas manufactureras operan a pequeña escala y más de las dos terceras
partes se localizan en la ciudad de La Paz, que es también el principal
centro de comercio a nivel estatal. Las principales industrias del país
están relacionadas con el refinado de azúcar, la alimentación y bebidas, el
cuero, la minería, los textiles, el cemento, el papel y los muebles, el
vidrio y la joyería.
En 2002 la producción anual de energía era de 4.132 millones de KWh, un
52,76% procedente de las plantas hidroeléctricas y un 45,24% de las
térmicas.
6.5
Comercio exterior
Durante años Bolivia dependió de las exportaciones de estaño, pero, a
finales de la década de 1980, el gas natural pasó a representar un 36% de
las exportaciones totales y en 2001 el volumen exportado era de 3.860,04
millones de m³. Hoy destacan, además, las exportaciones de minerales y
metales, soja, azúcar, madera y oro.
Las principales importaciones son: equipos de transporte, materia prima para
la industria, equipos eléctricos y bienes de consumo.
En 2003 las importaciones totalizaron 1.684 millones de dólares y las
exportaciones 1.651 millones de dólares. En el comercio internacional, los
intercambios de Bolivia son mayores con los siguientes países y regiones:
Estados Unidos, los demás países sudamericanos, la Unión Europea, Japón,
Corea del Sur, China, México y Belice.
6.6
Moneda y banca
La unidad monetaria de Bolivia es el boliviano de 100 centavos (en 2003,
7,66 bolivianos equivalían a 1 dólar estadounidense). El Banco Central de
Bolivia es el banco emisor de moneda. También operan en el país
instituciones financieras privadas nacionales y extranjeras.
6.7
Transporte
Bolivia cuenta con 3.698 km de vías férreas. Siendo un país sin salida al
mar, el ferrocarril es el medio de transporte que lo comunica con los
puertos de los océanos Atlántico y Pacífico. La principal línea férrea es la
que une La Paz con el puerto libre de Antofagasta, en Chile.
Más de 60.282 km de carreteras recorren el país, de las cuales sólo el 7%
está pavimentado y en muchas zonas son transitables únicamente durante la
época de sequía. La compañía de aviación Aerosur ofrece vuelos a las
principales ciudades del país y la compañía Lloyd Aéreo Boliviano oferta
vuelos internacionales. La extensión de los ríos que permiten la navegación
de barcos de poco calado totaliza unos 10.000 kilómetros.
6.8
Comunicaciones
En 2003 había en Bolivia 600.000 líneas de teléfono y algo más de 1,4
millones de aparatos de telefonía móvil o celulares. Bolivia cuenta con 29
periódicos de tirada diaria. Los de mayor venta son: El Diario, El Deber y
La Razón.
6.9 Trabajo
La población activa de Bolivia en 2003 era de 3.651.706 trabajadores. Casi
la totalidad de los trabajadores no agrícolas están organizados en
sindicatos y estos en federaciones mayoritariamente afiliadas a la Central
Obrera Boliviana (COB). Después de la revolución de 1952 se crearon las
organizaciones campesinas y actualmente despunta la Confederación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.
7
Gobierno
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Bolivia es una república que se rige por la Constitución de 1967, por la que
adopta para su gobierno la forma democrática representativa. En 1994 se
realizaron reformas importantes en la Carta Magna, como la ampliación de la
gestión presidencial de cuatro a cinco años y el derecho al voto a partir de
los 18 años.
7.1 Poder
ejecutivo
El poder ejecutivo es atribuido al presidente y al vicepresidente, elegidos
para un periodo de gobierno de cinco años por voto popular directo; no está
permitida la reelección en periodos consecutivos. El presidente nombra a su
gabinete de gobierno y en determinados casos asume el derecho de gobernar
por decreto.
7.2 Poder
legislativo
El poder legislativo reside en el Congreso Nacional que es bicameral,
compuesto por una Cámara de Senadores de 27 miembros (tres por cada
departamento) y una Cámara de Diputados de 130 miembros.
7.3 Poder
judicial
La justicia es administrada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
con sede en Sucre, compuesta por 12 magistrados elegidos por el Congreso
Nacional para un periodo de diez años. Cuenta además con un Tribunal
Constitucional y un Consejo Nacional de la Judicatura; también hay Cortes
Superiores de Distrito y Tribunales Ordinarios de Justicia según establece
el Derecho boliviano.
7.4
Divisiones administrativas y gobierno local
Bolivia está dividida en nueve departamentos gobernados por un prefecto:
Santa Cruz, Beni, Tarija, Potosí, La Paz, Chuquisaca, Pando, Cochabamba y
Oruro. Los departamentos están a su vez divididos en 112 provincias que son
administradas por un subprefecto. Las ciudades y pueblos más importantes
cuentan con alcalde, subalcalde y consejo municipal, todos ellos elegidos
por voto popular.
7.5
Partidos políticos y organizaciones internacionales
Los principales partidos políticos del país son: Acción Democrática
Nacionalista (ADN), Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Movimiento
de la Izquierda Revolucionaria (MIR), Movimiento al Socialismo (MAS) y
Conciencia de Patria (CONDEPA).
Bolivia es miembro de varias organizaciones internacionales, como la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados
Americanos (OEA), la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el
Sistema Económico Latinoamericano (SELA), la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI), la Comunidad Andina y el Grupo de Río.
7.6 Salud
y bienestar social
En 1998 el país tenía un médico por cada 2.688 habitantes. La mortalidad
infantil es una de las más altas de Sudamérica (53 fallecidos por cada 1.000
nacidos vivos en 2005) y todavía son comunes en algunas regiones la malaria,
la disentería y la tuberculosis. Los servicios médicos y hospitalarios son
inadecuados en las zonas rurales. El país cuenta con un amplio programa de
seguridad social, pero solo cubre a la mitad de la población trabajadora. En
2004 el país contaba con unos 2.700 establecimientos de salud (centros,
hospitales e institutos especializados) y 3.426 habitantes por
establecimiento.
7.7
Defensa
El servicio militar es obligatorio a partir de los 19 años y tiene un
periodo de duración de un año, pero en la práctica sólo un pequeño
porcentaje de los inscritos son llamados a filas. En 2003 las Fuerzas
Armadas de Bolivia totalizaban 31.500 efectivos.
8
Historia
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Los restos arqueológicos encontrados en los Andes bolivianos demuestran que
el país estaba habitado hace 30.000 años. En el Altiplano, camino de La Paz
a Oruro, al oeste del país, se ha descubierto el yacimiento paleolítico de
Viscachani, donde se han hallado numerosos útiles y herramientas de piedra
que datan del 10000 al 4000 a.C., como hachas de mano, lascas, puntas de
lanza y cuchillos.
En el actual territorio de Bolivia vivieron dos grandes civilizaciones
precolombinas: primero fue la de Tiahuanaco, próxima al lago Titicaca,
centro ceremonial aymara cuya fundación probablemente se llevara a cabo
antes del año 300 d.C., y posteriormente la inca, que estableció un vasto
imperio en el siglo XV, poco antes de la llegada de los españoles. Durante
ese siglo Bolivia estaba ocupada por varios grupos de lengua aymara (collas,
pacajes, lupacas, omasuyos), entre los que destacaban los collas, quienes
dominaron un vasto territorio y lucharon con los quechuas de Cusco (Cuzco)
por el control de la región. Los collas fueron derrotados por el inca
Pachacuti, quien se apoderó de casi todo el Altiplano boliviano. Bolivia
constituyó durante casi un siglo una de las cuatro grandes divisiones del
Imperio inca bajo el nombre de Collasuyu (véase Tahuantinsuyu). Estas
antiguas civilizaciones han dejado grandes monumentos arquitectónicos y en
la actualidad las lenguas aymara y quechua son las más importantes del país.
El Alto Perú, nombre con el que entonces se designó a Bolivia, fue
descubierto por Diego de Almagro en 1535, después de partir del Cusco con el
fin de conquistar Chile. Muerto Almagro, Francisco Pizarro envió a su
hermano Gonzalo a colonizar la provincia del Collao. Pedro de Anzúrez fundó
Chuquisaca (actual Sucre) en 1538, Potosí surgió en 1546, La Paz en 1548 y
Cochabamba en 1574.
La fundación española en Bolivia se caracterizó por presentar una base
minero-agrícola. La ciudad de Potosí, la más poblada de América en 1574
(120.000 habitantes), se convirtió en un gran centro minero por la
explotación de las minas de plata del cerro Rico de Potosí y en 1611 era la
mayor productora de plata del mundo. El rey Carlos I había otorgado a esta
ciudad el título de villa imperial después de su fundación.
Durante algo más de 200 años el territorio de la actual Bolivia constituyó
la Real Audiencia de Charcas, uno de los centros más prósperos y densamente
poblados de los virreinatos españoles. Potosí, ciudad más importante en el
hemisferio occidental del Imperio español, empezó su decadencia en las
últimas décadas del siglo XVIII y entró en el olvido al quedar la minería de
la plata en un estado de estancamiento, como consecuencia del agotamiento de
las vetas más ricas, de las anticuadas técnicas de extracción y de la
desviación del comercio hacia otros países. En 1776, la Real Audiencia de
Charcas, que hasta entonces formaba parte del virreinato del Perú, fue
incorporada al virreinato del Río de la Plata.
Las sublevaciones de Chuquisaca y La Paz fueron el punto de arranque de las
guerras de independencia. El país se declaró independiente de España el 6 de
agosto de 1825 y adoptó el nombre de Bolivia cinco días después. En 1826 el
libertador Simón Bolívar otorgó al país la primera Constitución que fue
aprobada por el Congreso de Chuquisaca. El general Antonio José de Sucre,
mariscal de Ayacucho, fue elegido primer presidente de la República de
Bolivia.
Desde los inicios de su existencia como nación independiente, Bolivia se
sumergió en un estado casi crónico de revoluciones y guerras civiles, y
durante los siguientes 50 años los intervalos de estabilidad política fueron
breves e infrecuentes. En 1837 Bolivia se unió a Perú para formar un nuevo
Estado, la Confederación Perú-boliviana, que desapareció dos años después,
en 1839, por la oposición y declaración de guerra de Argentina y Chile. En
1841 la batalla de Ingavi otorgó a Bolivia la definitiva separación del
Perú.
8.1
Conflictos limítrofes
En 1866 y 1874 se firmaron los tratados para resolver el litigio con Chile
sobre el desierto de Atacama, rico en yacimientos de nitratos de sodio y
cobre. En ellos se adoptó como línea limítrofe entre Chile y Bolivia el
paralelo 24 de latitud S. Se otorgaron a Chile diversos derechos
arancelarios y concesiones mineras en la Atacama boliviana. Estas últimas
disposiciones originaron el litigio entre los dos países y en 1870 Chile se
apoderó del puerto boliviano de Antofagasta. En la llamada guerra del
Pacífico, Bolivia y su aliado Perú fueron derrotados por Chile. Al ser
despojada de su única posesión litoral, Bolivia dejó de tener salida al mar.
El litoral boliviano abarcaba alrededor de 158.000 km2 y, además de
Antofagasta, contaba con los puertos mayores de Mejillones (véase Península
de Mejillones), Cobija y Tocopilla; la región presentaba guano, salitre y
cobre, riquezas que no habían sido explotadas por Bolivia. En 1904 se
ratificó un tratado de paz y amistad que reconoció el dominio a perpetuidad
del territorio en litigio por parte de Chile, aunque garantizó a Bolivia el
libre acceso al mar.
Bolivia mantuvo también un litigio territorial con Brasil, que concluyó con
la cesión de 180.000 km2 a este país a cambio de una indemnización económica
y una pequeña compensación territorial. Además, ha tenido conflictos
territoriales por cuestión de límites con Argentina, Perú y Paraguay. La
solución pacífica del litigio con Argentina se alcanzó en 1925. En 1930,
Perú y Bolivia nombraron una comisión conjunta para delimitar la frontera y
solucionar el litigio sobre la península de Copacabana. El problema
fronterizo boliviano-paraguayo se centró sobre el Chaco boreal, una zona de
tierras bajas situada al norte del río Pilcomayo y al oeste del río
Paraguay, que se extiende a la indiscutible frontera de Bolivia. Los dos
países reclamaban el territorio en su totalidad. En julio de 1932 estalló la
guerra del Chaco, conflicto no declarado que duró tres años y en el que
murieron unos 50.000 bolivianos y 35.000 paraguayos. En julio de 1938 se
firmó el tratado de paz, según el cual Paraguay se quedaba con un 75% de la
región del Gran Chaco.
Desde la fundación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945,
Bolivia ha presionado a la Asamblea General para que considere su petición
de recuperar su salida libre y soberana al océano Pacífico. También ha
presentado el asunto ante la Organización de Estados Americanos (OEA). En
1953 Chile concedió a Bolivia un puerto franco en Arica, garantizando a éste
derechos arancelarios especiales e instalaciones de almacenamiento.
8.2
Inestabilidad política
A partir de 1930 el país vivió de nuevo periodos de disensiones internas.
Ese año una revolución derrocó al presidente Hernando Siles que había
gobernado desde 1926 sin convocar la legislatura nacional e intentaba
prorrogar su mandato. Daniel Salamanca, elegido presidente en 1931, fue
derrocado en 1934 por una camarilla liderada por su vicepresidente José Luis
Tejada Sorzano. Su gobierno fue derribado por una Junta militar encabezada
por el coronel David Toro, quien intentó sacar al país de la situación
desesperada en que se encontraba, como consecuencia de la recesión mundial y
del conflicto del Chaco con Paraguay. Sin embargo, se rodeó de enemigos
entre los militares y en 1937 fue derrocado por un grupo encabezado por el
teniente coronel Germán Busch Becerra, jefe del Estado Mayor.
En 1938 se aprobó una nueva Constitución. Sin embargo, Busch la abolió un
año después e impuso un gobierno dictatorial. A los cuatro meses fue
encontrado muerto de un disparo. Asumió la presidencia el general Carlos
Quintanilla, quien restauró la vigencia de la Constitución de 1938 y
determinó que el Ejército debía ejercer el control del país hasta la
celebración de nuevas elecciones.
En 1940 fue elegido presidente el general Enrique Peñaranda, quien el 7 de
abril de 1943, durante la II Guerra Mundial, declaró la guerra a los países
del Eje. En diciembre de 1943 fue derrocado por una insurrección
cívico-militar que encabezó el militar Gualberto Villarroel, quien un año
después asumió la presidencia constitucional del país apoyado por el
Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido en cuyo seno había
simpatizantes del Eje, y por el Partido Obrero Revolucionario. No obstante,
y por presiones económicas, el nuevo gobierno se vio obligado a mantener
buenas relaciones con las fuerzas aliadas. En julio de 1946 Villarroel fue
derrocado y asesinado en La Paz.
En 1947 los conservadores volvieron a tomar el poder. El gobierno de Enrique
Hertzog tuvo que soportar continuamente la oposición de los partidos de
derecha y de izquierda, y a principios de la década de 1950 el Partido
Comunista fue ilegalizado. Hertzog dimitió y Mamerto Urriolagoitia le
sucedió en el poder.
8.3 El
régimen de Paz Estenssoro
Durante las elecciones presidenciales de mayo de 1951, el exiliado líder del
Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Víctor Paz Estenssoro, alcanzó
casi la mitad de los votos emitidos. Sin embargo, al no haber un claro
vencedor, el Congreso debía elegir al presidente entre los tres candidatos
más votados. Con la finalidad de impedir la elección de Paz Estenssoro, el
presidente Urriolagoitia renunció y entregó el gobierno a una junta militar
que nombró como su jefe al general Hugo Ballivián; en abril de 1952 fue
derrocado por el MNR.
Paz Estenssoro regresó del exilio para asumir la presidencia. Bajo su
dirección el gobierno emprendió un amplio programa de reformas económicas,
decretó la nacionalización de las minas y el monopolio en la exportación del
estaño. En el transcurso de 1954 se llevó a cabo la reforma agraria
(parcelación de tierras para distribuir entre los indígenas), se alentó la
prospección de pozos petrolíferos por empresas extranjeras, se instituyó el
voto universal (no existía hasta ese momento) y se llevó a cabo una reforma
educativa.
A finales de la década de 1950 y principios de la de 1960 la economía
boliviana sufrió el descenso continuo de los precios del estaño en los
mercados mundiales y altos índices de inflación. Las minas de estaño no
resultaban rentables y los esfuerzos del gobierno para reducir el número de
trabajadores empleados y restringir los salarios se encontró con la
resistencia de los sindicatos. La Constitución boliviana, que no contemplaba
la reelección, impidió que Paz Estenssoro se presentara a las elecciones de
1956, pero su vicepresidente Hernán Siles Zuazo, hijo de Hernando Siles, las
ganó como candidato del MNR.
Siles continuó con la política iniciada por el gobierno de Paz Estenssoro,
quien volvió a ser elegido en 1960. Paz solicitó la redacción de una nueva
Constitución que aumentara la autoridad económica del gobierno y permitiera
la reelección. En 1964 fue reelegido, nombrando como vicepresidente al
general René Barrientos, jefe de las Fuerzas Aéreas y candidato de la
derecha. Muchos de los antiguos colaboradores de Paz lo abandonaron,
denunciando que el MNR había olvidado su política revolucionaria. Paz
Estenssoro fue derrocado un mes después de su reelección a consecuencia del
levantamiento que protagonizaron los mineros y los estudiantes. Se hizo
cargo del poder una junta militar encabezada por René Barrientos.
8.4
Gobiernos militares
El gobierno militar llevó a cabo una política de reformas económicas
conservadoras, como la reapertura de la industria de las minas de estaño a
las inversiones privadas extranjeras. En julio de 1966 René Barrientos fue
elegido presidente ya como civil. Sin embargo, se vio obligado a depender de
los militares para poder enfrentarse a los movimientos guerrilleros que
habían empezado a actuar en las regiones montañosas. En octubre de 1967 el
Ejército boliviano anunció haber derrotado a los rebeldes en un lugar
próximo a la aldea de Valle Grande. Había sido capturado en el campo de
batalla Ernesto Che Guevara, siendo poco después ejecutado. Barrientos murió
en un extraño accidente de helicóptero en abril de 1969. Se sucedieron en el
poder una serie de gobiernos de corta duración, la mayoría militares, y en
agosto de 1971 el general Juan José Torres fue derrocado por un golpe de
Estado encabezado por el coronel Hugo Banzer.
El régimen de Banzer viró rápidamente desde una posición relativamente
moderada a una de mayor represión: suprimió el movimiento obrero, suspendió
todos los derechos civiles y envió tropas a los centros mineros. En 1978
Banzer dimitió y una junta militar se hizo con el poder. A comienzos de la
década de 1980 el fuerte crecimiento económico de la década anterior —que
había sido sostenido por los altos precios del estaño en el mercado mundial—
dio paso a la crisis. La caída del precio del mineral y la mala
administración de los regímenes militares habían dejado a Bolivia con una
inmensa deuda, una situación hiperinflacionaria y un descenso de los
ingresos por exportaciones. La exportación ilegal de cocaína fue el
principal recurso que le procuró divisas, por lo que Estados Unidos presionó
al gobierno de Bolivia para que tomara medidas efectivas contra el tráfico
de esta droga.
8.5
Gobiernos democráticos
En octubre de 1982 Hernán Siles Zuazo tomó de nuevo posesión de la
presidencia. Se enfrentó con varias crisis ministeriales y fue incapaz de
resolver los problemas económicos del país, bastante urgentes debido al pago
de los intereses de la deuda externa a los bancos internacionales. Siles
dimitió y convocó elecciones anticipadas; el Congreso volvió a reclamar a
Paz Estenssoro como presidente. Su nuevo gobierno intentó cortar la
producción de coca y la venta de cocaína con la colaboración de las tropas
estadounidenses, pero esta medida, además de ser impopular, sólo obtuvo un
éxito parcial. El principal logro de Paz Estenssoro fue una nueva política
económica que frenó una hiperinflación del orden del 27.000% entre enero y
agosto de 1985, y que fue exportada a otros países de América. Jaime Paz
Zamora, que había sido el tercer candidato más votado en las elecciones de
mayo de 1989, asumió en agosto la presidencia del país después de recibir el
apoyo de Acción Democrática Nacionalista (ADN), grupo político de derecha.
Las siguientes elecciones, celebradas en junio de 1993, dieron la victoria
al empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada, quien asumió la presidencia,
en tanto que el dirigente aymara Víctor Hugo Cárdenas accedía a la
vicepresidencia. Asimismo, en las elecciones para el Congreso, el MNR obtuvo
la mayoría, reemplazando a la coalición de centro-izquierda hasta ese
momento en el poder. Lozada, que había sido ministro de Planeamiento y
Coordinación antes de su elección como presidente, introdujo algunas de las
medidas más severas de reforma económica puestas en práctica por los países
fuertemente endeudados: amplia privatización de empresas estatales,
reducción de los gastos en servicios sociales y en los programas de
educación, y cierre de muchas de las minas. El estricto control de los
gastos estatales ayudó a reducir la inflación a un 6,5% en 1995, pero los
costos sociales fueron muy altos. Su programa de gobierno, denominado ‘Plan
de Todos’, consistió en la capitalización, la participación popular, la
reforma educativa y la descentralización administrativa.
En las elecciones presidenciales de junio de 1997 resultó vencedor el ex
presidente Hugo Banzer, el cual, sin contar con la mayoría absoluta, recibió
inicialmente el apoyo del también ex presidente Jaime Paz Zamora y su
partido, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), quien de esta
manera le devolvía el favor por respaldar con sus diputados de Acción
Democrática Nacionalista (ADN) la gobernabilidad del país durante su
mandato. En junio de 1999, Banzer hubo de cambiar a la mitad de los miembros
de su gobierno, tras un grave escándalo que salió a la luz cuando ese mismo
mes se produjo la inesperada renuncia del ministro del Interior, Guido Nayar,
quien criticó la corrupción e ineficacia gubernamentales. El presidente
decretó el 8 de abril de 2000 el estado de sitio, con el objeto de detener
la oleada de protestas que tenían lugar en Cochabamba, pero no pudo contener
con esa medida un violento estallido social causado por la extrema pobreza
del campesinado indígena hasta que firmó seis días después con los
representantes sindicales de éstos una serie de acuerdos.
El día 20 de ese mes, cuatro días antes de que los miembros de su gobierno
presentaran en pleno la dimisión, Banzer suspendió el estado de sitio.
Nombró un nuevo gabinete el 25 de abril, pero el 19 de octubre tuvo que ver
como de nuevo su gobierno presentaba en bloque su dimisión tras la grave
crisis social vivida en Bolivia desde septiembre. Ésta, caracterizada por
huelgas, cortes de carreteras y enfrentamientos con fuerzas militares (sobre
todo en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) estuvo
protagonizada por indígenas y determinados sindicatos, defensores del
derecho de los campesinos al cultivo de coca y contrarios a las intenciones
gubernamentales de erradicarlo y sustituirlo por el de otros productos.
Aquejado de cáncer de pulmón, Banzer renunció el 6 de agosto de 2001 a la
presidencia y fue sustituido en la misma por el que hasta entonces había
sido su vicepresidente, Jorge Quiroga. Éste se mantuvo en el gobierno hasta
el 6 de agosto de 2002, completando el quinquenio para el cual había sido
elegido Banzer. Su sucesor fue Sánchez de Lozada, cuya candidatura por el
MNR fue la más votada en las elecciones presidenciales celebradas el 30 de
junio de ese mismo año. Al recibir sólo el 22,5% de los sufragios (por el
20,94% de Evo Morales, líder indígena del Movimiento al Socialismo, MAS; del
20,91% de Manfred Reyes, candidato de Nueva Fuerza Republicana, NFR; y del
16,3% de Paz Zamora, nuevamente presentado por el MIR), Sánchez de Lozada
precisó la designación del nuevo Congreso Nacional (cuyos miembros fueron
elegidos ese mismo día), para la cual compitió con Morales y que logró
gracias al voto de sus parlamentarios y de los procedentes de otros
partidos, principalmente el MIR. Sánchez de Lozada y Paz Zamora sellaron
antes el denominado Plan Bolivia de Responsabilidad Nacional, pacto de
gobernabilidad entre ambas formaciones basado en una futura política que
tuviera por eje principal la creación de empleo y de riqueza.
El nuevo presidente anunció en febrero de 2003 una serie de impopulares
medidas económicas (entre ellas, un nuevo impuesto sobre los salarios), que
generó protestas en todo el país. Sánchez de Lozada retiró su proyecto, pero
la grave crisis suscitada, salpicada de violentos incidentes, motivó la
dimisión de todos los miembros de su gobierno. En el siguiente mes de
agosto, para intentar poner fin a la crisis que vivía el país, Sánchez de
Lozada llegó a un acuerdo con el partido de la oposición NFR, que entró en
el ejecutivo. El plan gubernamental de costear proyectos sanitarios y
educativos con los beneficios de la exportación de gas natural generó nuevos
descontentos (principalmente, por la posibilidad de que el transporte de
dicho producto se efectuara a través de un puerto chileno); así, en
septiembre y octubre de 2003 se sucedieron nuevas manifestaciones promovidas
por la Central Obrera Boliviana (COB) y por la Confederación Sindical Única
de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que también convocaron un paro
general indefinido. El movimiento popular también fue catalizado por el MAS
y por el Movimiento Indígena Pachakuti. La revuelta se extendió a las
principales ciudades del país (La Paz y El Alto fueron incluso militarizadas
por el gobierno), donde el clima era, prácticamente, de abierta
insurrección. Ante esta situación, que produjo escisiones en el ejecutivo,
Sánchez de Lozada dimitió el 17 de octubre. Fue sustituido en la presidencia
de la República por el vicepresidente, Carlos Mesa, quien formó un gabinete
integrado por políticos no adscritos a partido alguno, con la intención de
poner fin al conflicto y alcanzar la reconciliación nacional.
8.6
Acontecimientos recientes
Mesa se comprometió a convocar un referéndum sobre la futura política
energética nacional. En esta consulta vinculante, celebrada el 18 de julio
de 2004, los ciudadanos contestaron a cinco cuestiones: abrogación de la Ley
de Hidrocarburos promulgada por Sánchez de Lozada; recuperación de la
propiedad pública de todos los hidrocarburos en boca de pozo; refundación de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos; utilización estratégica del
gas para lograr una salida soberana al océano Pacífico; exportación de gas
(siempre que quedara garantizado el consumo interno, fomentara la
industrialización, y los recursos generados se destinaran al desarrollo
social). Los resultados otorgaron de forma mayoritaria el “sí” a todas
ellas, lo que respaldaba la política del nuevo gobierno. Sin embargo, en
octubre de ese año, mineros y campesinos se concentraron en La Paz y su
presión fue determinante para que la Cámara de Diputados diera su visto
bueno al borrador de una nueva Ley de Hidrocarburos cuyo contenido no
aprobaba el gobierno sino que, por el contrario, satisfacía las demandas de
Evo Morales y del MAS, así como de la Central Obrera Boliviana. En las
elecciones municipales de diciembre de 2004, los movimientos ciudadanos y
las agrupaciones indígenas, así como el MAS, lograron magníficos resultados,
en detrimento de los grandes partidos tradicionales, cuya credibilidad daba
manifiestas muestras de deterioro.
En enero de 2005, se produjeron importantes manifestaciones contra un
decreto gubernamental que implicaba el incremento del precio de los
combustibles. Las protestas alcanzaron especial gravedad en Santa Cruz,
donde el denominado Comité Cívico Pro Santa Cruz, presidido por Rubén Costas
y del que formaban parte empresarios, sectores sindicales y alcaldes, se
constituyó en cabildo y anunció la inmediata elección de una Asamblea que
propiciara el autogobierno departamental. Costas proclamó la autonomía y
anunció que el Comité convocaría elecciones para nuevo prefecto y un
referéndum que materializara la configuración de Santa Cruz como estado
autonómico. El 7 de marzo siguiente, ante la grave y ramificada crisis que
vivía el país, Mesa ofreció su dimisión al Congreso. La cámara no aceptó su
renuncia y además, con los votos en contra del MAS, aprobó el proyecto
presidencial para alcanzar un gran pacto social entre las principales
fuerzas políticas y poner fin a la inestabilidad reinante. Entre los puntos
del acuerdo se encontraban la negociación de la Ley de Hidrocarburos, así
como la celebración de comicios para prefectos departamentales y para elegir
una Asamblea Constituyente, y de un referéndum sobre la posible implantación
de un Estado autonómico. Durante ese mismo mes, la Cámara de Diputados
aprobó una nueva Ley de Hidrocarburos, que establecía que las empresas
petroleras extranjeras deberían pagar un 18% de regalías y un 32% de
impuestos directos, solución a medio camino entre la reclamación de Morales
(50% de regalías) y la propuesta de Mesa (que, considerando fundamental la
inversión extranjera, era partidario de respetar los contratos ya firmados
con firmas privadas del exterior).
La Ley de Hidrocarburos, promulgada en mayo de 2005, siguió pareciendo
insuficiente a las organizaciones de indígenas, campesinos y mineros, en
tanto que los empresarios y los inversores extranjeros la consideraban
excesivamente gravosa. Las manifestaciones y bloqueos reaparecieron con
fuerza a finales de ese mes. Las reivindicaciones populares, guiadas
principalmente por el MAS, la Central Obrera Boliviana (COB, liderada por
Jaime Solares), las juntas vecinales de El Alto (con Abel Mamani al frente)
y el Movimiento Indígena Pachakuti de Felipe Quispe, se centraban en luchar
contra la Ley de Hidrocarburos (Morales pedía su endurecimiento, mientras
que la COB y los representantes de El Alto reclamaban la nacionalización del
sector) y en frenar los procesos autonomistas unilaterales de Santa Cruz y
Tarija. En los primeros días de junio, Mesa convocó para el 16 de octubre
elecciones para una Asamblea Constituyente y un referéndum autonómico; pero
las antagónicas posturas de las organizaciones populares del Altiplano y de
los departamentos orientales se radicalizaron, y Mesa dimitió, siendo
sustituido el día 9 de ese mes por Eduardo Rodríguez, presidente de la Corte
Suprema. Para entonces, la situación era tan crítica que el Congreso se
había tenido que trasladar a Sucre.
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